dilluns, 22 de juny del 2020

El verano que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tîbuleac


Autor/a: Tatiana Tîbuleac (Moldavia, 1978)
Editorial: Impedimenta
Any de la primera edició: 2019
Llengua original: Romanès
Traducció: Marian Ochoa de Eribe
Gènere: Novel·la intimista
Número de pàgines: 247

CATALÀ:

El verano que mi madre tuvo los ojos verdes comença així:

“Aquella mañana en que la odiaba más que nunca, mi madre cumplió treinta y nueve años. Era bajita y gorda, tonta y fea. Era la madre más inútil que haya existido jamás. Yo la miraba desde la ventana mientras ella esperaba junto a la puerta de la escuela como una pordiosera. La habría matado con medio pensamiento”.

I explica la relació que van mantenir Aleksy i la seva mare un estiu que passen junts a França.

És una novel·la dura i trista, fosca, de personatges grisos que no han sabut gestionar els pals que els ha donat la vida, però molt maca.

Després d’aquest començament impactant, Tatiana Tîbuleac aconsegueix fer-nos reflexionar sobre el perdó, la reconciliació, les relacions materno-filials a través de l’evolució del protagonista quan entén tot allò que ha sigut la seva vida.

L’estil narrador de la novel·la evoluciona amb el protagonista, de la duresa del començament passa a la tendresa, i et fa sentir. Durant tota la lectura els sentiments estan a flor de pell.

Tot i que per la ressenya us pugui semblar un llibre fosc, és al contrari, un llibre amb molta llum que us recomano sense cap mena de dubte si us agraden els llibres que us fan “sentir”.

El coneixíeu? Què en penseu del primer paràgraf?

ESPAÑOL:

El verano que mi madre tuvo los ojos verdes empieza así:

“Aquella mañana en que la odiaba más que nunca, mi madre cumplió treinta y nueve años. Era bajita y gorda, tonta y fea. Era la madre más inútil que haya existido jamás. Yo la miraba desde la ventana mientras ella esperaba junto a la puerta de la escuela como una pordiosera. La habría matado con medio pensamiento”.

Y explica la relación que mantuvieron Aleksy y su madre un verano que pasaron juntos en Francia.

Es una novela dura y triste, oscura, de personajes grises que no han sabido gestionar los palos que les ha dado la vida, pero muy bonita.

Después de este comienzo impactante, Tatiana Tîbuleac consigue hacernos reflexionar sobre el perdón, la reconciliación, las relaciones materno-filiales a través de la evolución del protagonista una vez entiende todo lo que ha sido su vida.

El estilo narrador de la novela evoluciona con el protagonista, de la dureza del principio pasa a la ternura, y te hace sentir. Durante toda la lectura los sentimientos están a flor de piel.

Aunque por la reseña os pueda parecer un libro oscuro, es al contrario, un libro con mucha luz que os recomiendo sin ninguna duda si os gustan los libros que os hacen “sentir”.

¿Lo conocíais? ¿Qué os ha parecido el primer párrafo?


Sinopsis:

Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos. Plena de emoción y crudeza, Tatiana Ţîbuleac muestra una intensísima fuerza narrativa en este brutal testimonio que conjuga el resentimiento, la impotencia y la fragilidad de las relaciones materno-filiales. Una poderosa novela que entrelaza la vida y la muerte en una apelación al amor y al perdón. Uno de los grandes descubrimientos de la literatura europea actual.

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